Para los que hemos vivido en Irlanda es casi un pecado no empaparse de su ancestral cultura y que por otro lado nos resulta tan extrañamente familiar y próxima.
Para los celtas, la noche de Beltane marcaba el comienzo de la temporada de verano pastoral, cuando los rebaños se llevaban hacia las tierras de pasto de las montañas. En irlandés moderno Mi na Bealtaine (Mes de Bealtaine) es el nombre del mes de mayo, aunque a menudo se abrevia como Bealtaine, conociendo al día festivo como Lá Bealtaine.
Una de las cosas que más choca cunado consigues ir, que no es fácil, poder ir a la colina de Uisneach es el ambiente festivo, de hermandad entre los asistentes de todo tipo, edad, condición…
Celebran la llegada de Mayo, del «verano» irlandés y los druidas se congregan alrededor del árbol sagrado, junto al lago formado por el manantial y dispuestos a crear el fuego que será la culminación de la fiesta (algo parecido a nuestras hogueras de San Juan o las» candelarias» que se celebran en honor de muchos santos…).
De hecho, en Galicia, Cantabria, etc… se celebran rituales similares
Sin duda es un momento mágico que te imbuye en el grupo, te arrastra al clan.